Las hipotecas redal son aquellas en las que "no se establece una fórmula clara para calcular las cuotas", tal y como ha indicado el portavoz de Asufín a laSexta, Daniel Machuca. De hecho, detallan los expertos, "ni siquiera el propio banco ha redactado de forma adecuada la fórmula de cálculo". Por eso, solo se puede dar en las hipotecas variables.

De esta manera, si la fórmula es errónea, la cantidad a pagar puede variar. "Pagará intereses más capital, pero no está obligado a una cantidad concreta de capital, porque esto no se ha pactado", ha concretado Guillem Bou, matemático que acuñó el concepto.

Así, "en beneficio del consumidor el contrato puede ser interpretado para pagar los intereses en momentos diferentes y no necesariamente cada mes", tal y como ha explicado el abogado Javier Rubio.

Préstamos hipotecarios, según los expertos, que no se sabe por el momento a cuánta gente pueden afectar, pero que sí que se pueden reclamar, e incluso llevar ante los tribunales. "Si usted no ha pactado como se puede devolver cada mes, el contrato se puede anular", ha indicado Bou.

Para los expertos, a pesar de la sorpresa de que esto haya podido ocurrir, la explicación estaría en que "los bancos tenían un modelo de hipoteca y lo que hacían era reproducirlo, si tenía alguna carencia se transmitía al resto de hipotecas", explican los expertos. El motivo es que en el momento de la firma el notario se encarga de los aspectos formales, no de la fórmula matemática ni de la cifra exacta.