Este miércoles se han conocido detalles inéditos de los Turpin, el matrimonio que fue condenado a cadena perpetua en EEUU por torturar, maltratar y tener cautivos a sus 13 hijos durante años.

Imágenes inéditas del momento de la detención muestran como dos agentes entraron en la casa de los horrores y pudieron observar las habitaciones llenas de suciedad y cadenas en las camas con las que ataban a sus hijos.

"Mis dos hermanas pequeñas están ahora mismo atadas a sus camas", así comunicó por teléfono una de las hijas a la policía cuál era la situación. Gracias a esa llamada la policía pudo liberar a los 13 hijos. Fue Jordan, cuando tenía 17 años, la que consiguió huir y pedir ayuda

Casi cuatro años después, ella y su hermana mayor han contado su historia ante las cámaras. "Ella me asfixiaba y creí que iba a morir", explica ella sobre sus padres y verdugos, David y Louise.

Louis lloraba al declararse culpable en el juicio y David, atado a la silla con una cadena tal y cómo él hacía con sus hijos, también lo hizo. Durante toda su vida, siempre torturaron a sus hijos de manera inhumana. La mayor tenía 29 años y la más pequeña solo dos. "La única palabra con la que puedo describirlo es infierno", dice Jennifer, otra de las hijas.

Sólo les daban de comer una vez al día, les permitían ducharse una vez al año y vivían entre toneladas de basura. Ninguno de los hermanos Turpin tuvo jamás un juguete, ni fueron al colegio o al médico.

Vivían tan ajenos al mundo que cuando Jordan llamó a la policía lo hizo sobre el asfalto de la carretera porque no sabía "para qué servían las aceras", revela. Cuatro años después, se sienten fuertes y "libres" y están empezando a vivir la vida aunque sus propios padres se las robaran durante años.