Los vecinos de la localidad alemana de Ostritz han comprado toda la cerveza disponible en los supermercados para protestar y expresar su rechazo a la celebración de un festival neonazi en el lugar.

La Policía había prohibido la venta de alcohol en el Festival Schild und Schwert, Festival Seña y Espada, celebrado en un hotel de la ciudad y con una asistencia prevista de entre 500 y 600 personas.

Así pues, la única fuente de cerveza para el festival eran los supermercados locales, por lo que los vecinos se pusieron manos a la obra y compraron más de un centenar de cajones de la bebida. Además la Policía ha confiscado más de 4.000 litros de bebida a los asistentes.

Unas 300 personas se han manifestado pacíficamente por las calles de Ostritz para protestar contra el festival, según cifras de la Policía.

El festival se celebra cada año en esta pequeña localidad coincidiendo con el aniversario del nacimiento del dictador Adolf Hitler.