Con su testimonio arrancó la vista oral en el Juzgado de lo penal número dos de Pontevedra. El agente se limitó a responder a las preguntas del fiscal, del abogado de la defensa y del juez. En su declaración en la sala explicó que la primera persona que le dijo que Javier tenía una alteración psiquiátrica fue su esposa al llegar a la casa.
"Nuestra intención primera era intentar calmarlo", aseguró. "Estaba totalmente alterado", agregó. El guardia explicó que el músico "dijo que era Dios, que nos iba a matar a todos, nos iba a cortar en trocitos". "Soy Dios, no me creéis, no sabéis de lo que soy capaz", recordó el acusado que había dicho el exbatería
Continuó su relato explicando que los guardias estaban en el porche y él en casa, cuando su compañero accedió al interior de la vivienda mientras él se quedaba en la puerta. Javier entró en la cocina y salió con un tenedor en una mano y un cuchillo en la otra, arrinconando a su compañero, al que propinó golpes.
El acusado sostuvo que vio que el músico iba con el tenedor a la yugular y con el cuchillo al abdomen, por lo que apuntó "a la pierna".
"Pero estaba como loco, se movió y le di el desafortunado disparo", relató. "La vida de mi compañero corría grave peligro", añadió. "Si corre peligro la vida de una persona, yo tengo que actuar de la manera que actué. No me quedó otra alternativa", afirmó el guardia acusado.