El suceso se producía a principios de noviembre. Un huésped norteamericano de 43 años era hallado muerto en una de las habitaciones del lujoso Hotel Palace, en la capital madrileña. Fueron los trabajadores del hotel quienes le encontraron.

Ahora hay dos detenidos, un rumano y un marroquí. En un principio el forense certificó muerte natural por edema pulmonar, pero el grupo de homicidios vio algo raro en la escena y pidieron las cámaras al hotel. En ellas se veía a dos tipos salir de la habitación. La víctima había subido con ellos.

El informe histopatológico posterior determinó que el hombre había muerto por la mezcla de GHB y alcohol.

Su marido, residente en Miami, contó a la policía que su tarjeta de crédito registraba dos cargos en tiendas de Móstoles de aparatos electrónicos. Eso llevó a la policía a la detención de ambos sospechosos, que tienen antecedentes por haber hecho lo mismo: robos con sumisión química. En los registros se hallaron diversos aparatos, joyas y botellas de óxido nitroso (gas de la risa).

El GHB (gamma hidronbutirato), también llamado éxtasis líquido, actúa como un depresor del sistema nervioso, y mezclada con alcohol puede resultar mortal.