Para salvar sus vidas, los vecinos del edificio que se vino abajo en Peñíscola tuvieron que salir prácticamente con lo puesto. Ahora, aquellos cuyas casas han quedado en pie han vuelto a recoger sus cosas.
"Ante el primer derrumbe llamamos al 112 y nos dijeron que nos fuéramos ya, salía mucho humo", explica una superviviente.
"La escalera que cogíamos siempre, a mano izquierda, ya no estaba y tuvimos que salir por la derecha. Estábamos en el piso de arriba del todo y tuvimos que bajar rápido. Se hizo eterno", añade otra vecina.
"Menos mal que estamos vivos"
Salieron a toda velocidad por la escalera que estaba en pie y también por los balcones. "Estábamos dentro mi hermano y yo con los cuatro niños, menos mal que estamos vivos", relata todavía sobrecogida otra superviviente.
Han tenido diez minutos para acceder a sus viviendas, han cogido lo imprescindible y han salido impactados. "Está como Chernóbil, igual", relata un hombre.
No saben cuándo podrán regresar a sus viviendas, pero nos dicen que ahora eso no es importante porque han conseguido escapar de los escombros.
La mujer que murió en el derrumbe del edificio de Peñíscola se encontraba en la terraza cuando el bloque comenzó a desplomarse. En ese instante, entró en la vivienda y quedó totalmente atrapada bajo dos pisos.
Lo mismo ocurrió con el hijo de su pareja, tenía 15 años, no vivía allí, pero había ido a pasar unos días de vacaciones. También quedó atrapado sin opciones de salida. Únicamente el hombre que se encontraba fuera de casa y el hijo de la mujer fallecida se han salvado.
Él estaba dentro del piso, pero su brazo quedó fuera de los escombros y pudo comunicarse. Tras pasar por la UCI, ha pasado a planta y está ya fuera de peligro.
"La familia está tratando con psicólogos y además habrá que ayudarles en el tema económico porque era su primera vivienda y se dan todas las circunstancias, sobre todo la circunstancia doblemente trágica", explica, Andrés Martínez, alcalde de Peñíscola.