La 'ballena azul' tiene su origen el año pasado en Rusia a través de las redes sociales y consiste en ir superando una serie de retos, numerados del 1 al 50, en el que el administrador va influenciando a la víctima en ideas tendentes al suicidio.
Las pruebas van desde despertarse a horas intempestivas para ver películas de terror, generarse autolesiones (cortes en brazos y piernas) o permanecer en lugares elevados (puentes o edificios).
La última prueba sería el suicidio de la víctima. La persona que controla el reto especifica claramente que una vez iniciado el mismo no se puede abandonar, y que éste tiene que permanecer oculto para terceras personas (educadores, familiares, etc).
"La peligrosidad del reto consiste fundamentalmente en el perfil de las víctimas a los que va dirigidas, adolescentes en pleno proceso de conformación de su personalidad y altamente influenciables, y también por su amplia e imparable difusión a través de redes sociales", ha alertado.