El primer estudiante sordociego que se ha ido de Erasmus a Londres, Javier García Pajares, ha denunciado en las redes sociales que la compañía aérea Ryanair le niega la asistencia en el vuelo de vuelta a Madrid, para el próximo 21 de diciembre, y además le impide viajar solo.

La única alternativa que le ha ofrecido, según él, es comprar otro billete a un acompañante y dejárselo al mismo precio por el que pagó el suyo hace un mes.

Asimismo, ha registrado una petición en la plataforma 'Change.org' para solicitar al Parlamento Europeo que se regule la normativa de las aerolíneas y se respeten los derechos de las personas sordociegas "permitiendo su libertad e independencia".

"Siempre he viajado solo, si bien siempre he necesitado asistencia desde la sección de salidas hasta el avión y desde el avión hasta la sección de llegadas porque mi resto visual no es suficiente para orientarme por el aeropuerto", ha explicado este joven que conserva el habla.

Javier tenía los billetes de avión reservados con Ryanair desde hace un mes para el 21 de diciembre y el pasado viernes contactó por teléfono con ayuda de su mediadora para solicitar esa asistencia. Según cuenta, al pronunciar la palabra 'sordociego', le respondieron "inmediatamente" que no podía viajar solo "por razones de seguridad", algo que, según el operador que le atendió, aceptó en los 'términos y condiciones' al hacer compra.

Asimismo, asegura que la opción que le dieron era la de encontrar a una persona que viajara con él y pagar su billete o, de lo contrario, sólo le podían devolver el dinero. "Me sentí herido", ha admitido, para añadir que les pidió una dirección de correo para hacer una reclamación y que sólo accedieron a dársela cuando amenazó con poner una denuncia y acudir a los medios de comunicación.

Posteriormente, le enviaron un correo con los requisitos para poder viajar solo: "ser capaz, sin ninguna ayuda, de usar el baño, alimentarse y administrar las medicinas". Javier considera que cumple todos, pero aún así desde la compañía no cambiaron de opinión alegando problemas de comunicación.

Finalmente, ha optado por viajar con otra compañía aérea "más sensibilizada" y asegura que no le importa que Ryanair se quede con sus "200 euros", sino que lo que le importa es que se queden con su "libertad".