La celebración de la Semana Santa, tal yo como la conocemos hoy en día en España, se remonta al siglo XVI, según relata Fermín Labarga, agregado del Instituto de Estudios Riojanos y doctor en Teología. Explica que el origen de las procesiones está en el teatro religioso."En la Edad Media se realizaban en las iglesias y en los pórticos los autos de la Pasión, que eran escenificaciones que formaban parte de los oficios litúrgicos", apunta.

Sin embargo, como "ese teatro daba lugar a algunos comportamientos poco edificantes", se fueron transformando paulatinamente y sustituyendo a los 'actores' por imágenes, de manera que esas escenas de la Pasión dejaron de ser vivientes, para convertirse en imágenes de madera y tela. Este arte se llama imaginería, donde destacan dos corrientes: la escuela castellana y la escuela andaluza, ambas de origen barroco, cuyas creaciones pueden verse actualmente por las calles en Semana Santa.

Las procesiones surgieron también del deseo del pueblo cristiano de imitar la pasión de Cristo."El Via Crucis no es otra cosa que una imitación de lo que los peregrinos hacían en la Vía Santa o Vía Dolorosa de Jerusalén, que era acompañar a Cristo con la cruz", señala Labarga.

Su origen data del siglo XVI, pero la culminación de las procesiones llegó en el siglo XVII. Estas fechas coinciden con la Contrarreforma, la iglesia católica al verse amenazada por la reforma de Martín Lutero (siglo XVI) pidió a los creyentes exteriorizar la fe, por lo que aunque en España existían ya de antes, se intensificaron más cuando Roma se vio amenazada por la reforma protestante. Por este motivo, las procesiones se extendieron aun más por todo el territorio español.

Este investigador, Labarga, señala también que fueron las cofradías las que promocionaron las procesiones, en cuyo origen están algunas órdenes religiosas como los Franciscanos, que promovían la devoción a la humanidad de Cristo.

Pero las escenificaciones de la pasión de Cristo ha sufrido cambios a lo largo de la historia. En el siglo XVIII, el Rey Carlos III prohibió la figura de los "disciplinantes", penitentes que se flagelaban durante estas celebraciones, que quedaron reducidas a procesiones en las que los cofrades alumbraban con los cirios a las imágenes portadas por otros miembros de las cofradías y acompañadas por los cantos del clero. Posteriormente, en el siglo XIX, se introdujeron otros elementos como la bandas de música, tal y como han llegado hasta nuestros días.