Mónica, la esposa del hombre que murió el 3 de septiembre por la noche en Aldea del Fresno después de que el coche en el que viajaba con él y sus dos hijos fuera llevado por la riada provocada por la DANA, ha escrito y enviado un comunicado en el que ha negado que cometieran imprudencia alguna, aseverando que todo fue "un terrible accidente".

En dicho escrito enviado a los medios de comunicación, al que ha tenido acceso Europa Press, la mujer, que fue rescatada por la Guardia Civil y que pudo sobrevivir al igual que sus hijos, ha reconocido que tras lo ocurrido "tiene pocas fuerzas" y están afrontando un duelo "especialmente trágico".

No obstante, ha querido expresar su "más profundo agradecimiento por la labor y desmesurado esfuerzo" llevado a cabo por todos los equipos de rescate y los Cuerpos de Seguridad, al igual que a todos los voluntarios que buscaron a su marido durante cuatro días.

"En ese momento de inmenso dolor, vuestra dedicación y perseverancia nos proporcionaron un rayo de esperanza. Durante toda la semana, la incertidumbre y el dolor han sido insoportables, pero vuestra intervención nos ha brindado un consuelo tremendo. Que podamos despedirnos de Manuel como él se merece es un regalo inmenso que no podremos nunca agradeceros lo suficiente", ha indicado su mujer, que también ha expresado sus sentidas condolencias al resto de familias afectadas.

Intentaron tomar las decisiones más "prudentes"

A continuación, Mónica ha desmentido las informaciones en las que un bombero forestal señalaba que había advertido del peligro de transitar por allí con el coche. "Entiendo la necesidad psicológica que esta persona pudiera sentir, ante un suceso así, de desahogarse y describir su propia experiencia. Pero la realidad, es que el testimonio erróneo de esta persona y la atrocidad de comentarios que se suceden al respecto nos están causando un sufrimiento extremo y sobre todo están manchado la memoria de Manuel, quien merece ser recordado con respeto y amor", ha indicado.

"Cualquier padre o madre de familia sabe que lo más valioso que tiene en su vida son sus hijos. ¿Cómo cabe pensar que, conscientemente, vamos a poner mínimamente en riesgo su vida?", se ha preguntado.

La mujer cuenta que desde el principio de su viaje de regreso a casa, a la localidad de Alcorcón, intentaron tomar las decisiones más prudentes. "Salimos una vez las noticias informaban de que había pasado lo peor, sin lluvia y con extrema precaución. Lamentablemente, el viaje se complicó para nosotros y para el resto de los conductores en Aldea del Fresno, cuando las balsas de agua, el desprendimiento de tierra y el ramaje eran más que evidentes en toda la calzada", asegura.

Sin embargo, según ha relatado Mónica en la carta, no fue hasta la carretera que comunica este pueblo con Villamanta, cuando una furgoneta gris que circulaba en sentido contrario (dirección a Aldea Del Fresno) les indicó que el último tramo de carretera, antes de llegar a Villamanta, está inundado y que debían dar la vuelta.

"De este modo, regresamos y nos colocamos detrás suya, dirección a Aldea. Instantes antes de cruzar el puente de Arroyo Grande, la furgoneta se detuvo a hablar con un vehículo que venía en dirección contraria y que acababa de cruzar dicho puente. Tras varios segundos de conversación, ambos prosiguieron su marcha, mientras que nosotros, con las ventanillas bajadas, sin saber el contenido de esa conversación y circulando lentamente, nos cruzamos con el vehículo, que en ningún momento nos advierte del peligro", ha detallado.

"Viendo que la furgoneta proseguía su camino, seguimos conduciendo detrás de ella, entrando ambos en el puente. Instantes después, ambos nos quedamos atrapados ante la fuerte crecida del agua, siendo nuestro vehículo arrastrado por la riada y cayendo fuera de la carretera", continúa la esposa del fallecido.

Tras ello, ha rogado a todos los medios de comunicación que se hagan eco de esta versión de los hechos y que "les permitan descansar en paz sin que quede la menor duda de que la decisión que, en esos momentos tan complicados tomamos, no fue causa de ninguna imprudencia o desobediencia, sino simplemente un terrible accidente".

"Os doy las gracias por permitirme aclarar este suceso. No volveré a pronunciarme más sobre él. Solo nos queda a sus familiares y amigos recordar a Manuel como el padre excepcional y marido maravilloso que era. Descanse en paz", ha finalizado Mónica en su comunicado.