Los niños de La Palma van este sábado con la mochila al hombro y, aunque no se vea, una sonrisa bajo las mascarillas. Y es que se han ido de excursión al norte de la isla, dejando atrás el ruido constante del volcán. "Estamos emocionados", ha expresado un niño, mientras que otra menor ha dicho que el viaje es "el premio gordo" para ella.
Además de alejarse del volcán, los niños también dejan atrás por un día la lluvia de cenizas que ya forma parte de su día a día. "Molesta mucho en los ojos, pero es lo que hay", manifiesta un menor al respecto. Y también dicen adiós por unas horas a los temblores que tantas noches les ha hecho pasar sin dormir. "No deja dormir a nadie", afirma un niño, mientras que otro cuenta que se ha despertado "con un cacho terremoto que hacía temblar las ventanas y moverse los muebles".
Así hablan los niños de las consecuencias de la erupción del volcán en la isla, incluidos los destrozos que ha causado: "Mi padre ya me dio la información de que La Laguna ya no existe", cuenta una niña a laSexta. "No nos dejan salir a jugar fuera por la ceniza", lamenta otro.
Ahora, 42 días desde que se produjera la erupción, los niños cargan sus maletas y abrochan cinturones para aunque solo sea por un día, volver a salir a la calle a jugar y hacer cosas de su edad, como divertirse, pasear, correr o dibujar. El objetivo, que se olviden, aunque sea un rato, de ese volcán que las ha cambiado la vida.