El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil integrado por seis personas con capacidad para buscar en ríos, embalses y pozos se ha sumado a la búsqueda del cuerpo de la joven Marta Calvo. La labor se desarrolla en las inmediaciones del pueblo valenciano de Manuel y en el vertedero de Dos Aguas.

La joven de 25 años desapareció el 7 de noviembre en el municipio de Manuel tras citarse con Jorge Ignacio P.J, ahora encarcelado. Casi un mes más tarde, el 4 de diciembre, el hombre, que era el principal sospechoso de la investigación, se entregó a la Guardia Civil en Carcaixent (Valencia), y confesó que descuartizó el cadáver y arrojó los restos a varios contenedores.

La Guardia Civil todavía busca el cuerpo de la joven tanto en los alrededores de Manuel como en el vertedero de Dos Aguas, donde van a parar los residuos urbanos de la zona metropolitana de Valencia. La familia ha emitido un comunicado en el que expresan su deseo de "poner fin a este infierno y enfrentarse a un proceso que va a ser tremendamente duro". "Solo queremos encontrar su cuerpo y llorar en silencio", han declarado.

Casos similares a los de Marta Calvo

Además del caso de Marta Calvo, la Policía Nacional sospecha de que Jorge Ignacio P.J. podría estar implicado en dos muertes ocurridas en el barrio valenciano de Ruzafa, una mujer brasileña que falleció el pasado mes de abril y otra de origen colombiano que murió en junio.

En relación con el caso de abril, este hombre fue detenido e investigado; la causa judicial fue sobreseída tras conocer el juez que el fallecimiento de la mujer se debió a una sobredosis de cocaína, si bien la semana pasada fue reabierta.

Asimismo, la Policía ha recibido dos denuncias de mujeres que sufrieron una situación similar a la que aparentemente padecieron las fallecidas -posiblemente forzadas a consumir o a realizar juegos sexuales con cocaína-, y una sexta mujer ha comunicado a la Guardia Civil hechos similares, han informado recientemente fuentes de la investigación.

Por estos motivos, la búsqueda de casos similares se ha extendido a otras provincias en las que pudo haber residido el autor confeso de la desaparición de Marta Calvo.