Al Partido Popular sí le importa asistir este año a la manifestación del Orgullo. "Ellos tienen todo el derecho de hacer una manifestación e invitar a quien quieran", ha afirmado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. A su juicio, no deberían existir vetos.

"Siempre dije que fue un error el recursos contra la ley de matrimonio homosexual, pero, ¿y qué pasa? ¿Por eso toda la vida el PP estará vetado?", ha reprochado Cifuentes. Desde su partido exigen una rectificación a los organizadores. Consideran que están siendo intolerantes

"Es paradójico que una fiesta como esta parta de la exclusión de algún entorno político", ha criticado el ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá.

Por su parte, la portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, ha señalado que le parecería "muy mal que en una fiesta por la tolerancia haya intolerancia". No obstante, los organizadores se defienden. El PP no ha apoyado nunca las cuatro reivindicaciones de esta manifestación; entre ellas, una ley integral de transexualidad.

"El PP no ha querido negociar estas medidas legislativas", ha declarado Jesús Generelo, presidente de la Federación Estatal LGTB. Unas explicaciones que no convencen a otras organizaciones LGTB. "En vez de censurar y vetar hay que convencer", opina Paco Ramírez, portavoz de la asociación COLEGAS.

La polémica también salpica el arranque del Orgullo. Se leerá un manifiesto, pero después de más de 20 años, será la primera vez en la que no haya pregonero.