Para Bastian ir al médico tiene un problema añadido y apunta a que cuando sale la enfermera la gente se le queda mirando porque dice un nombre que no es el suyo. Por eso, se siente impotente: "No están viendo quien soy de verdad, si yo digo que soy un chico porque soy un chico y me están tratando en femenino y con un nombre que no es el mío..."
Como él, muchas personas transexuales en Madrid exigen que se cumpla la ley y que puedan tener una tarjeta sanitaria con su nombre sentido. "Yo lo paso mal cuando me llaman por mi antiguo nombre, no me gusta, no soy yo y no es mi nombre, yo me llamo Diana", apunta una paciente.
Cruz tiene que acompañar siempre a su hijo al centro de salud: "Cuando le llaman por su nombre registral yo correspondo con el aspecto que puede dar ese nombre, entonces nadie se pregunta si soy yo o él".
Otro gasto más
La denuncia de los trabajadores sobre las cenas de Navidad: tan solo un 15% las pagan las empresas
Las cenas de empresa ya no son lo que eran. Los trabajadores se quejan de que estos eventos tienen precio de oro y que ya no los paga la empresa, sino que el dinero sale de su propio bolsillo.