Pocos metros le falta al agua para volver a sumergir el Dolmen de Guadalperal, en Cáceres. La sequía sacó este 'Stonehenge' español a la superficie, y ahora está a punto de desaparecer.

Vecinos y asociaciones han pedido a las autoridades que se traslade, pero las éstas lo niegan porque ese es su sitio natural. Por ello, el dolmen, situado en el embalse de Valdecañas, será sometido a inspecciones periódicas por un equipo de submarinistas para "garantizar su continuidad" una vez que las aguas vuelvan a cubrir este yacimiento.

El Grupo de Trabajo constituido para la conservación del dolmen de Guadalperal ha finalizado los trabajos de reconocimiento y estabilización del conjunto megalítico, antes de que las aguas vuelvan a cubrir el yacimiento.

A partir de ahora, la Junta de Extremadura y los ministerios de Cultura y Deporte, y para la Transición Ecológica realizarán un seguimiento periódico del estado del dolmen para determinar nuevas medidas de protección, que podrían contar con la intervención de arqueólogos del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA), según informa el Ejecutivo extremeño en nota de prensa.

Un equipo del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) integrado por un geólogo, un arqueólogo, una restauradora y un arquitecto, se desplazó hasta allí para realizar catas de limpieza e intervenir sobre los ortostatos (bloques/losas verticales) con menor superficie de asiento, señalados en las visitas previas realizadas el 3 y el 10 de septiembre.

Este equipo ha constatado el "buen estado de la piedra" y ha reforzado la estructura para evitar el deslizamiento de los ortostatos, señala la Junta.