Ya está aquí el verano y son muchos los que todavía están apurando las dietas. Una de las que triunfa desde hace años es la del ayuno intermitente: realizar entre 12 y 18 horas de ayuno al día con el objetivo de bajar peso y reducir el riesgo cardiovascular. Defensores y detractores de este método coinciden en que lo importante es realizarlo bajo supervisión profesional. Frente al ayuno está la dieta tradicional, la restricción calórica diaria.

Por primera vez, un nuevo estudio internacional realizado por la Universidad de Illonis y publicado en la revista Annals of Internal Medicineha estudiado a 90 personas con obesidad para concluir cuál era el método más eficaz para perder peso. Los dividieron de forma aleatoria en tres grupos: los que podían comer solo de 12:00 a 20:00 horas, los que siguieron una dieta con restricción calórica de un 25%, y los que no introdujeron ningún cambio en su consumo de calorías.

Tras nueve meses de investigación, y siempre bajo supervisión médica, concluyeron que los que formaron parte del grupo de ayuno perdieron unos 5 kilos e ingirieron 425 calorías menos. Por otro lado las personas a las que les indicaron la restricción calórica también perdieron 5 kilos y 405 calorías menos. Es decir, el resultado es prácticamente el mismo.

Los investigadores creen que se abre una puerta para poder personalizar las dietas en función de lo que para persona sea relativamente más sencillo. "Lo que ayuda a las personas a bajar de peso es la restricción de calorías, ya sea por hacer al ayuno intermitente o directamente aplicando una reducción de calorías pero repartiendo las comidas", nos explica Rocío Maraver, dietista nutricionista especialista en diabetes.

Para Elena Soria, médico nutricionista de la Clínica Menorca, "una dieta bien realizada con los nutrientes bien equilibrados y baja en calorías, es muy buena y consigues bajar de peso, pero para las personas que pueden llevar un ayuno intermitente también es una opción muy saludable". Los expertos insisten en que cualquier tipo de dieta tiene que estar supervisada por un especialista "que pueda hacer la personalización al paciente en función de sus horarios o de lo que le venga mejor", detalla Maraver, que explica que "no a todo el mundo le funcionan las mismas estrategias".

El ayuno intermitente no se recomienda a personas embarazadas, hipotensas, con bajo peso o con un trastorno de la conducta alimentaria.