Durante los registros, los investigadores se han incautado de cuatro discos duros, cinco teléfonos móviles, un adaptador de tarjetas, y una libreta negra con al menos 100 páginas llenas de nombres de menores que tenían perfil en la red social muy usada por jóvenes y adolescentes, donde operaban los tres detenidos.

Formaban parte de un grupo que ellos mismos denominaban "el club", que constituía un punto de encuentro para el intercambio de todo tipo de material pedófilo, así como para aleccionar a nuevos miembros y que no cometieran errores que permitieran su localización. Entre el material pornográfico intervenido hay fotografías hechas en el domicilio de uno de los detenidos, un hombre de 53 años que vivía junto a su madre en la provincia de Ciudad Real, cuyo contenido se está analizando para identificar a los menores que aparecen en ellas.

De acuerdo con la nota, la investigación comenzó con la denuncia de una madre que detectó en una red social cómo algunos perfiles de usuarios desconocidos estaban contactando con su hijo menor de edad, a quien hacían peticiones y comentarios sexuales y llegaban a intimidarle.

Su "modus operandi" consistía en hacerse pasar por menores de edad con interés sexual por adultos y así poder compartir archivos de menores en actitud sexual con otros usuarios de la red donde operaban. Una vez captado un nuevo miembro para el grupo virtual, este era aleccionado por los arrestados para que no cometiese errores de seguridad que permitiesen su localización.

El seguimiento de estos perfiles sospechosos permitió a los agentes interceptar una gran cantidad de contenidos y constatar la consumación de delitos relacionados con la prostitución, los abusos sexuales y la corrupción de menores. La Policía cree que, en el caso del arrestado en Valencia, las víctimas eran sus propios hermanos de siete años, aunque los agentes investigan si también pudo abusar de otros menores de su entorno que tenía a su cargo.