Según informa la Dirección General de la Guardia Civil, las investigaciones se iniciaron a principios del año pasado después de detectar un aumento de la actividad del detenido en redes sociales y el consumo de propaganda de plataformas mediáticas asociadas a grupos terroristas, principalmente Daesh.

Durante este periodo, los agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil, bajo la dirección del juzgado de instrucción número 1 de Madrid, han podido constatar que el arrestado, que responde a las iniciales de B.A. y es natural de Tánger (Marruecos), es un individuo violento vinculado con la delincuencia, única fuente de ingresos que se le conoce.

Para conectarse a redes sociales el detenido utilizaba numerosos dispositivos, ninguno de los cuales se encuentra registrado a su nombre, para lo cual usaba identidades de personas de su entorno.

Los investigadores centran parte de su esfuerzo en determinar los contactos de B.A. durante su estancia en el Centro Penitenciario Madrid III, en Valdemoro (Madrid), ya que se ha comprobado que su paso por prisión supuso una mayor radicalización de la conducta del detenido.

Es precisamente entre presos procedentes de entornos delincuenciales no vinculados inicialmente al radicalismo, donde los reclutadores que trabajan a favor de grupos terroristas buscan posibles candidatos para iniciar sus procesos de captación, siendo este perfil el más común entre los autores de los últimos ataques protagonizados por “actores solitarios” producidos en diferentes países de nuestro entorno.

Agentes de la Guardia Civil están realizando registros en los dos domicilios en los que ha residido recientemente el detenido en la Comunidad de Madrid.

Del material y efectos incautados en estos registros, sobre todo de tipo informático, se espera obtener información relevante para esclarecer completamente la actividad y vinculaciones de este individuo, así como otras posibles líneas de investigación.