La Policía Nacional ha desmantelado un taller clandestino de confección de ropa en Murcia cuyos responsables pagaban a sus trabajadores, de nacionalidad china y que vivían en condiciones de semiesclavitud, un salario máximo de 300 euros al mes, a los que descontaban 150 euros en concepto de alojamiento.
Según informa este sábado este cuerpo de seguridad en un comunicado, en la operación se ha detenido a los dos responsables del taller, un hombre y una mujer, como presuntos autores de delitos contra el derecho de los trabajadores, trata de seres humanos y favorecimiento de la inmigración ilegal.
La investigación se inició tras detectar en un local de Murcia movimientos inusuales de mercancías, así como la entrada y salida de ciudadanos chinos, por lo que se sospechó que se podría estar explotando a estas personas. Se desarrolló entonces un dispositivo conjunto con la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en el que se procedió a la entrada y registro del establecimiento, donde los agentes hallaron a trece ciudadanos chinos que confeccionaban prendas de vestir en un espacio reducido y en condiciones de salubridad e higiene muy precarias.
Los trabajadores se alojaban en la planta superior del local y percibían como máximo 300 euros al mes de sueldo, al que había que descontar 150 en concepto de hospedaje. Durante la investigación, los agentes averiguaron que los trabajadores eran captados por otros compatriotas en su país y que una vez en España se les explotaba laboralmente en condiciones de semiesclavitud.
La operación la han llevado a cabo agentes de la Unidad contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedad Documental (UCRIF) de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Jefatura Superior de Policía de la Región de Murcia en colaboración con la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Murcia.
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