La organización criminal suplantaba las identidades de los aspirantes para obtener el carné de conducir a cambio de 2.000 euros, fabricaban cualquier tipo de documento para su venta entre la comunidad ghanesa en España, cobrando 600 euros por pasaporte, 300 euros por permiso de residencia o 150 euros por certificado, ha explicado el Ministerio del Interior en una nota.
Entre los detenidos, además de los miembros de la organización hay clientes, nacidos mayoritariamente en Ghana y Nigeria y localizados en diversas ciudades españolas.
Según explica el comunicado conjunto de los Mossos y la Policía, a cambio de 2.000 euros el suplantador se presentaba al examen identificándose con un documento falsificado, excepto cuando aspirante y usurpador tenían rasgos físicos similares que entonces utilizaba la documentación real del primero.
Las investigaciones comenzaron a finales del año 2016, cuando un grupo de agentes se desplazaron hasta la sala de exámenes teóricos de la Jefatura Provincial de Tráfico de Tarragona para verificar algunos documentos presentados por aspirantes a obtener el permiso de conducir.
Allí detectaron irregularidades en la tarjeta de identidad de un ciudadano de Ghana, al tratarse de un documento falso con el que se identificaba otro ciudadano de ese país, hasta que descubrieron la trama criminal dedicada a la falsificación de documentos para realizar exámenes teóricos de conducir.
Los agentes comprobaron que las personas interesadas pagaban a la organización para que un suplantador se presentara al examen, identificándose con un documento alterado donde constaban los datos del aspirante pero con la imagen del suplantador.
Principalmente, los clientes eran personas que necesitaban adquirir el carné rápidamente, que no hablaban el idioma o que no querían estudiar.
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