Un ventilador es el único sistema del que disponen los enfermos del Hospital Provincial de Pontevedra para refrescarse. Siguen un año más sin aire acondicionado. "Es agobiante, el otro día salí con dolor de cabeza", destaca un familiar. Casi un ventilador por habitación y porque los propios usuarios lo han pagado de su bolsillo. "Te puede ocasionar otro trastorno además del que ya traes", señalan.

Ni estores, ni abanicos sofocan los más de 35 grados que están sufriendo los pacientes y los trabajadores. "Es insoportable, tuve que comprar un ventilador", lamenta una madre. Su hijo tiene fiebre alta y no soporta ni la sábana.

"Buscan una disculpa para privatizar la sanidad", explica Manuel Moreira, de SOS Sanidad Pública. La gerencia del hospital ha informado que resolverá el problema en las próximas semanas, pero ni los pacientes ni los sindicatos se lo creen, dicen, que llevan años sufriendo las altas temperaturas del verano. Como primera medida, ya han llenado los pasillos con más ventiladores.

"Es una solución doméstica, pero no de un lugar donde hay pacientes. Al final, es peor el remedio que la enfermedad", detalla Xermán Rouco, miembro de CIG Sanidade, la Confederación Intersindical Galega. Por su parte, Emma Rodríguez, de SATSE Pontevedra, del Sindicato de Enfermería, señala que "si a más de 30 grados a nosotros nos cuesta respirar, pues a una persona con insuficiencia respiratoria le costará aún más". Por eso, denuncian que, una vez más, los recortes en sanidad se pagan con la salud del paciente.