El helicóptero, perteneciente al Servicio de Búsqueda y Rescate (SAR) de Canarias, del 802 escuadrón del Ejército del Aire, fue localizado en el fondo marino por el operativo que está desplegado desde hace días en la zona, compuesto por dos barcos cazaminas, una veintena de buzos y dos minisubmarinos robotizados.

Morenés transmitió a los familiares que el juez togado territorial de Las Palmas, encargado del caso, le había telefoneado desde el barco de la Armada Rayo, que coordina el operativo en la misma zona, para comunicarle el hallazgo y también que había decidido levantar el secreto que pesaba sobre las actuaciones.

El juez militar ha autorizado a las Fuerzas Armadas a izar el helicóptero, "con todas las precauciones necesarias", porque en ese punto del Atlántico hay mala mar. Por ahora, se sigue sin tener noticias de la tripulación.

Defensa sólo ha apuntado al respecto, en un comunicado, que el juez militar asegura desde el mismo lugar de las operaciones que "no tiene constancia" de que los militares estén la cabina del Superpuma. En los últimos días, el Ministerio ha resaltado que el único barco que pudo acercarse al helicóptero antes de que se hundiera, un pesquero holandés, aseguraba que no vio a nadie en el aparato.

El hallazgo de la cabina se ha producido después de que se incorporaran a la búsqueda los cazaminas Turia y Segura, que han barrido con su sonar una amplia zona de fondos marinos, reforzando así el trabajo de los buzos, en condiciones cada vez más penosas, a las que se han sumado la presencia de tiburones.

Tampoco se ha precisado la profundidad a la que se encuentra la aeronave. Solo se sabe que el helicóptero cayó en un punto donde el fondo se encuentra a 40 o 50 metros, pero Defensa ha matizado durante toda la semana que, mientras se hundía, el aparato pudo ser arrastrado por las corrientes varios kilómetros.

En cualquier caso, la profundidad es mucho menor que la que se tuvo que superar hace poco más de un año, cuando otro helicóptero Superpuma del mismo servicio cayó al Atlántico entre Gran Canaria y Fuerteventura, en un accidente que costó la vida a cuatro militares y en el que precisamente sobrevivió el sargento Ojeda Alemán. Entonces, la cabina del helicóptero se recuperó de una profundidad de 2.362 metros.