Una cámara de seguridad grabó el último instante en el que se vio a Fátima con vida. Iba de la mano de una desconocida, que la raptó a la salida del colegio. Cuatro días después, el cadáver de la niña de 7 años ha sido encontrado en un solar al sur de Ciudad de México, en bolsas de basura y con signos de tortura.

"Mi hija tardó 15 minutos en recogerla y ya se la había llevado una mujer", ha explicado Guillermo Antón Godínez, abuelo de Fátima. Su asesinato ha desatado una nueva ola de indignación en un país que registra diez feminicidios diarios. El pueblo de la pequeña se ha volcado con su familia.

El presidente Manuel López Obrador ha culpado al actual modelo económico del asesinato de Fátima: "Tuvo que ver con el modelo neoliberal". Una respuesta que ha irritado todavía más a la sociedad mexicana, que tan sólo unos días antes vivió protestas históricas contra los crímenes machistas.

Las autoridades ofrecen una recompensa de 100.000 euros a quien proporcione información sobre esta mujer.