Un tribunal del estado indio de Rajastán, en el oeste del país, ha condenado a cadena perpetua a un predicador religioso por violar a una adolescente, en el último caso de una serie de abusos sexuales de este tipo de gurúes.

Un juez ha emitido el veredicto en una prisión en la ciudad de Jodhpur, donde Asumal Harpalani, más conocido como Asaram Bapu, permanece recluido desde septiembre de 2013.

El detenido, de 77 años, ha visto denegada su libertad bajo fianza una decena de veces. Su abogada, Sushma Dhara, ya ha anunciado que apelará el veredicto.

La Ley para la Protección de la Infancia de los Delitos Sexuales permite condenas a cadena perpetua por agresión sexual a menores y fue enmendada recientemente para permitir la pena de muerte por la violación de niñas de menos de 12 años.

"La sentencia supone un gran alivio", ha comentado Kiran Jha Thakur, el fundador de la ONG que ha ayudado a la familia de la víctima en el caso. "Sigue demostrando que incluso si se es un gurú, si se comete un delito, nuestro sistema judicial irá a por ti", ha subrayado Thakur. Dos de los ayudantes del predicador también han sido declarados culpables y condenados a 20 años de cárcel cada uno, mientras que otros dos han sido absueltos.

"Este veredicto es una lección para la gente que piensa que pueden salirse con la suya tras cometer delitos sexuales contra menores", ha destacado Yashwant Jain, miembro de la Comisión Nacional para la Protección de los Derechos de los Niños.

El caso se remonta a agosto de 2013, cuando una niña de 16 años acusó al predicador de agredirla sexualmente en su 'ashram' en Jodhpur, a unos 335 kilómetros de la capital estatal, Jaipur. La menor, que al parecer buscaba deshacerse de los malos espíritus, contó en su denuncia que el condenado le presionó que le practicara sexo oral.