En una breve vista celebrada ante el Juzgado Penal 26 de Barcelona, el fiscal, la acusación y la defensa de los dos manifestantes han suscrito una sentencia de conformidad que condena a Eugeni G. y a Iker O. a seis meses de prisión por un delito de desórdenes y a seis más por otro de atentado a la autoridad.

Sin embargo, también de conformidad con las partes, la jueza ha avalado que los dos acusados no tengan que entrar en un centro penitenciario para cumplir la pena a condición de que no vuelvan a delinquir en un plazo de dos años.

Los hechos sucedieron cuando los antidisturbios de la Brimo de los Mossos crearon un perímetro de seguridad para la protección de la máquina excavadora encargada de demoler el inmueble. En ese escenario, unas 30 personas concentradas propinaron insultos, gritos y lanzaron objetos contra los agentes y, en medio de este grupo, se encontraban los dos acusados.

Durante estas protestas, Iker O. comenzó a empujar reiteradamente a un cabo de los Mossos mientras grababa la escena con su cámara; por su parte, Eugenio G. golpeó al agente en el pecho y le dio una patada con la que el policía cayó al suelo y se rompió una pierna.

Por estos hechos, el segundo de los acusados deberá pagar 1.380 euros al mosso como responsabilidad civil y una multa de unos 150 euros al acusársele también en su caso de una falta de lesiones. La pena finalmente aceptada por los dos acusados de un año de cárcel supone una rebaja sustancial de los más de cinco años que en un principio solicitaba el fiscal y de los más de tres años que reclamaba la representación de los Mossos.