Ricardo se muestra satisfecho porque, después de cinco años de lucha, ha podido demostrar que su hijo fue discriminado por el simple hecho de tener dos padres."Queda demostrado que lo único que hemos hecho es defender nuestros derechos y los de nuestro hijo", aclara.
En 2011, el colegio 'Yago School', en Castilleja de la Cuesta, Sevilla, no quiso abrir sus puertas al hijo de tres años de Ricardo e Iván. El motivo: ser un matrimonio homosexual. Ahora, su directora de admisión ha sido condenada por un delito contra los derechos fundamentales y se le impone una pena de dos años de inhabilitación especial.
"Esperemos que con esta sentencia se siente precedente y estas cosas nunca más vuelvan a pasar", señala Ricardo. La pareja escogió este centro porque, tal y como publican en su web, entre sus principios anima a los alumnos a respetar cualquier cultura o modo de vida. Sin embargo, rechazaron la admisión del menor alegando que no había plazas.
Iván, que no quedó conforme con esta respuesta, solicitó una cita sin identificarse y descubrió que sí había plazas. "Se excusa en que tiene que ser un error administrativo y que hay plazas para mi hijo" afirma Rubén. Fue entonces cuando decidieron denunciar al colegio. Según refleja la sentencia, de las 41 plazas autorizadas, al menos tres estaban libres. Se decidió no admitir al menor dada la condición de la familia homoparental de sus padres.
Los padres y la fiscalía habían solicitado también que se condenara al director. Sin embargo, ha quedado absuelto al no poder demostrarse su participación en el proceso.