En 2017, el activista Juan Clavero se dirigía junto con otros dos compañeros de Ecologistas en Acción a una protesta para reclamar que los propietarios de una finca no cerrasen un camino público en la Sierra de Grazalema (Cádiz).
En ese momento, un individuo se unió a ellos en el asiento trasero de su coche argumentando que él también era ecologista para unirse a ellos. Su actitud resultó sospechosa para los activistas, pero nunca pensaron que fuera a dejarle 47 gramos de cocaína y 4 de hachís para intentar que estos fuesen detenidos por tráfico de drogas.
Juan Clavero quedó en libertad sin cargos y su causa se archivó, y el gerente de la finca, dos encargados y el hombre que se hizo pasar por ecologista quedaron imputados. Ahora, siete años después, van a ser juzgados por intentar tenderle la trampa a los tres ambientalistas.

Solo cuatro días de vida
"Estos no son agentes, son ángeles": el emotivo reencuentro tras el rescate de un bebé en el cuartel de la Guardia Civil de Carmona (Sevilla)
La pequeña Gala, de solo cuatro días, dejó de respirar en brazos de su padre. Dos agentes lograron salvarla y ahora la familia les agradece el milagro.