Cruzar el puente fronterizo que empieza en Guipúzcoa y termina en Francia es el objetivo de decenas de migrantes que vagan por la localidad de Irún. "La gran mayoría de los migrantes que llegan quieren seguir hasta el norte de Europa", afirma Anaitze Aguirre, miembro de la red de apoyo a migrantes en Irún.

Intentan cruzar a plena luz el día, como un grupo que camina hacia el lado francés. Se paran a medio camino y se separan. Parecen no atreverse a cruzar. Finalmente llega un autobús de línea en el que cruzan a Francia. Sin embargo, su destino allí es incierto.

Anaitze Aguirre asegura que "se encuentran con un bloqueo en la frontera de Francia donde les espera la Policía para expulsarles muchas veces de manera ilegal y en caliente".

Algunos han intentado pasar varias veces. Sin poder seguir su ruta hacia Europa, deambulan por las calles de Irún. "Hemos llegado a ver cómo los gendarmes les dejan en el puente y les señalan España", cuenta Aguirre.

En un antiguo local han improvisado un lugar donde darles de comer, entregarles ropa o enseñarles castellano. Anaitze, de la red de apoyo a migrantes en Irún, afirma: "Se ha movilizado una red de manera muy rápida y espontánea que aglutina ya a 150 personas que estamos trabajando por acoger a estas personas".

Ya se ha abierto el albergue, gestionado por Cruz Roja, con capacidad para 60 plazas, donde los migrantes pueden pernoctar durante cinco días.