Los propietarios han anunciado la decisión hen su perfil de Facebook: "Hemos cerrado Sweet Cakes, agradecemos a todos los que han continuado rezando y apoyándonos". El motivo es que Aaron y Melissa Klein tienen que hacer frente a una multa de más de 124.000 euros, la cual planean apelar, según informa CNS News.

"Nadie debería ser forzado a contribuir a la celebración de una idea que va en contra de sus creencias", ha señalado el representante de Klein.