El cambio de estación ya se ha producido. Estamos oficialmente, desde hace unas semanas, en primavera. A lo largo del siglo XXI, el inicio de la primavera puede darse, a lo sumo, en tres fechas distintas del calendario (del 19, 20 y 21 de marzo), siendo su inicio más tempranero el del año 2096 y el inicio más tardío el de 2003. Las variaciones de un año a otro son debidas al modo en que encaja la secuencia de años según el calendario (unos bisiestos, otros no) con la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol.

El inicio de la primavera es el periodo del año en que la longitud del día se alarga más rápidamente y en la península, el Sol sale por las mañanas más de un minuto antes que el día anterior, y por la tarde se pone más de un minuto después; Como consecuencia, al inicio de la estación, el tiempo en que el Sol está por encima del horizonte aumenta casi tres minutos cada día. Este período de días más largos está directamente relacionada con el ansiado (por muchos) cambio al horario de verano.

¿Se adelantan o se atrasan las agujas?

Aunque el Parlamento Europeo (PE) como la Comisión Europea (CE) se han pronunciado a favor de eliminar los cambios de hora en el futuro, todavía no existe una decisión definitiva al respecto. Por ello, este año seguirá en vigor el cambio de hora el último domingo de marzo. Ese día, el domingo 31 de marzo, a las 2:00 de la madrugada hora peninsular, se adelantaran los relojes una hora para marcar las 3:00 horas. En las Islas Canarias, la 1:00 de la madrugada pasará a ser las 2:00 horas.