En el pueblo de Sandavágur, en las islas Feroe, se celebra todos los años un macabro ritual: la matanza de ballenas. Estas 18 islas de origen volcánico se encuentran entre Escocia, Noruega e Islandia, pero están administrativamente integradas en el Reino de Dinamarca.
En esta popular tradición, decenas de personas matan sin piedad a toda los cetáceos que se encuentren. La principal víctima es el calderón común o ballena piloto de aleta larga . Año tras año los mares de estas islas se tiñen de rojo.
Son muchas las organizaciones internacionales que critican esta masacre pero parece que esto no ha importado. Tras la caza, las restos de las más de 100 ballenas asesinadas se extienden durante horas en los muelles como muestra de lo conseguido.
La caza de ballenas en estas islas existe desde hace más de mil años. Tradicionalmente asesinaban a los cetáceos para tener provisiones durante el duro invierno. El alimento escaseaba y guardaban la carne de ballena y su grasa para el consumo de la población local.
La matanza está duramente criticada pero sigue permitida por las leyes locales y estatales de las islas Feroe.