Ángel Boza, condenado a nueve años de cárcel por abuso sexual a una joven en los Sanfermines de 2016 junto al resto de miembros de 'La Manada', ha declarado en el juicio por el robo de las gafas de sol en una tienda de Sevilla.

Boza ha confirmado que robó las gafas pero ha negado haber atropellado a nadie en su huida: "Yo sabía que había sustraído unas gafas y lo que quería era irme del lugar y que no me pillasen así que seguí a mi miedo y me fui. Ni tenía intención de atropellar a nadie ni nada por el estilo".

El acusado ha señalado que salió por "el carril que no debía" y que nadie le pidió que parase ni nadie se interpuso en medio de su ruta: "Si no hubiese tenido que atropellarlo directamente... y yo no hubiese atropellado a nadie, me hubiese parado". Además ha asegurado que "en ningún momento hizo conducción temeraria".

Boza ha negado también que pusiera resistencia: "Para nada. Estaba muy asustado en ese momento. Me paré, me dijeron que quitase el motor y no puse resistencia".

El Juzgado de lo Penal número 10 de Sevilla juzga a Boza por robar unas gafas de sol el pasado día 1 de agosto en un establecimiento comercial de la capital hispalense y posteriormente embestir a dos vigilantes del centro comercial con su coche al huir del recinto, hechos por los que el encausado se encuentra actualmente en prisión provisional.

Boza se enfrenta a cuatro años de prisión por un delito de robo con violencia e intimidación y el pago de una multa de 300 euros por un delito leve de lesiones, así como que, en concepto de responsabilidad civil, pague una indemnización de 232 euros a un vigilante que resultó lesionado, según el escrito de acusación de la Fiscalía de Sevilla.