Nada se sabe de la joven Marta Calvo tras desaparecer en la localidad de Manuel, lugar donde se había citado con un desconocido. Su último rastro es de la madrugada del 7 de noviembre, hace ya casi tres semanas.
Con ese panorama las autoridades se preparan para un desenlace "duro" de este caso que tiene en vilo a la sociedad valenciana. Más aún cuando no hay ni rastro del principal sospechoso, un hombre de nacionalidad colombiana de 35 años y con antecedentes en Italia por tráfico de drogas. De hecho, estuvo cumpliendo condena en la cárcel por este motivo.
"Nos lleva a plantearnos un escenario duro de resultado", así se pronunció sobre este extremo Juan Carlos Fulgencio, delegado del Gobierno en Valencia.
Los agentes han inspeccionado meticulosamentela casa de ese hombre, que presumiblemente fue limpiada a conciencia.También han buscado en pozos y simas cercanas a la ubicaciónde esa vivienda de Manuel. Incluso este jueves, agentes de la Guardia Civil registran otra vivienda del entorno del sospechoso a unos 30 minutos de la que tenía alquilada.
Ese pesimismo de los investigadores también reside en todas las pruebas halladas hasta la fecha: el sospechoso dejó su vehículo a un amigo para que lo llevara a desguazar. Además, hasta que se le señaló como sospechoso tuvo dos días para deshacerse de cualquier prueba y huir fuera del país, una hipótesis que también barajan los investigadores.
Los ánimos en la familia tampoco son mucho mejores, y es que su abuelo, Vicente Calvo, aseguró a laSexta que no tenían "ninguna esperanza" de hallar con vida a la joven. "¿Dónde andarán? Vete tú a saber dónde andarán. Nada bueno seguro, por los días que hace", se lamentaba.
La madre de la joven llegó a hablar con el sospechoso y es que, tras no tener noticias de su hija, se desplazó desde Valencia hasta la casa de Manuel. Allí preguntó por Marta pero el hombre le aseguró que no la conocía.
Los vecinos han contado que al hombre se le acumuló el correo en la puerta durante varios días. No obstante, los vecinos no conocían personalmente al sospechoso, todos coinciden en que "se le veía poco" y "no se sabía nada de su vida personal", aunque confirman que la última vez que lo vieron coincide con el día en el que Marta desapareció.