Marta Calvo Burón, de 25 años, lleva desaparecida desde el pasado siete de noviembre. Ese día fue vista por última vez en la localidad valenciana de Manuel, donde se había citado con un hombre.

La Guardia Civil busca ahora en simas y pozos de dicha localidad apoyados con perros especializados en la búsqueda de personas. Una veintena de agentes también trabaja investigando en la casa donde residía el hombre con el que Marta había quedado y principal sospechoso de su desaparición.

Marta Calvo había enviado precisamente esa ubicación a su madre a través de Whatsapp, ya que solía hacerlo cuando quedaba con desconocidos. Por ello, dos días después de la desaparición de la joven, su madre preguntó a los vecinos de la zona si la habían visto en ese domicilio.

Los vecinos han contado que al hombre se le acumuló el correo en la puerta durante varios días. No obstante, los vecinos no conocían personalmente al sospechoso, todos coinciden en que "se le veía poco" y "no se sabía nada de su vida personal", aunque confirman que la última vez que lo vieron coincide con el día en el que Marta desapareció.

El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, ha informado por su parte de que se está analizando el coche del sospechoso después de que este intentara desguazarlo, y ha augurado que hay que estar preparados para un desenlace "duro" de este caso.

"No tenemos ninguna esperanza"

La familia de la desaparecida ha asegurado que no tienen ninguna esperanza de encontrarla con vida. "No tenemos ninguna esperanza, poca no, ninguna. Ninguna porque con los días que hace, ¿qué quieres esperar?", ha señalado Vicente Calvo, el abuelo de Marta en declaraciones a laSexta.

El hombre ha explicado que su madre se desplazó hasta la vivienda del sospechoso en la localidad de Manuel: "La madre fue allí y se personó. Él dijo 'aquí yo no conozco a ninguna Marta', y a los dos días desaparece él de casa también".