Es Patrimonio de la Humanidad. Su valor es incalculable, pero está centrando el debate político de las últimas semanas en Andalucía. El Parque Natural de Doñana sufre desde hace años la acción del hombre. La UNESCO ha mostrado su preocupación, al igual que Bruselas que incluso amenaza con llevar a España a los tribunales. El Gobierno central también se muestra en contra de la acción iniciada por el gobierno andaluz.

Sin embargo, la Junta de Andalucía sigue adelante con los trámites en el parlamento andaluz para legalizar 1.500 hectáreas de regadíos ilegales que están secando Doñana. Lo justifican en que es un problema heredado y en que tienen que intentar "explorar una vía de solución" para los agricultores. Son palabras del presidente popular Juanma Moreno, que cuenta con el apoyo de Vox y Ciudadanos y la abstención del PSOE.

Esta última posición es difícil de comprender para muchos. Los socialistas critican el proyecto pero se abstienen. Dicen que quieren ser parte de la solución.

Transición Ecológica ha declarado sobreexplotadas tres de sus cinco masas de agua y ya hay una condena de la justicia europea por no proteger el parque. La Comisión Europea amenaza con volver a denunciar.

En conversación con laSexta, la alcaldesa de Ayamonte reivindica que tienen una "joya" que además es un recurso. "Tenemos que tener muy claro que Doñana somos nosotros", explica.

Mientras aumenta la preocupación del ministerio y de la UNESCO, el presidente andaluz calma las aguas asegurando que el trámite será de al menos un año.

¿Puede producirse un colapso del parque?

Juan Romero, miembro de Ecologistas en Acción Huelva, explica en una entrevista en El Intermedio que esta decisión puede provocar el "colapso" porque los equilibrios ecológicos están ya rotos en Doñana.

Aclara que el soporte vital de esta reserva es el agua y ahora "hay una zona que se parece más un desierto que a un humedal". Además el acuífero "está declarado como sobreexplotado porque se saca más agua que capacidad tiene para recuperarse".

"Estamos haciendo las cosas más y las ocurrencias del Gobierno andaluz es aumentar el regadío, todo lo contrario a lo que necesita Doñana", ha explicado el experto.

Por otro lado, la organización que representa denuncia que esta medida podría responder a intereses políticos y la relacionan con un posible adelanto electoral en Andalucía. Recuerda Romero que "es una promesa que hicieron a los agricultores, que no tenía encaje legal en el entorno de Doñana, y no quieren quedar como personas que prometen y después no cumplen".

Así, aclara que la Junta sabe que no pueden aumentar la superficie del regadío porque no hay más agua, y entonces, dice, "va a dejar la patata caliente al Gobierno central: ellos se lavan las manos y les viene genial como medida electoralista".

Aquí puedes ver la entrevista en El Intermedio: