Desde el pasado sábado, Julián y Alejandra duermen en el sofá de Gabriela. Ella forma parte de la red solidaria Latina-Carabanchel, una organización vecinal con la que ayuda a personas en situación de pobreza.

Les vio en la calle mientras diluviaba y decidió acogerles en su casa. Ellos llegaron de El Salvador hace un mes y, cuando se quedaron sin ahorros, pidieron ayuda al SAMUR Social. Desde entonces, se encuentran a la espera de que les den una plaza.

La propia Gabriela recibió este tipo de ayuda cuando llegó de Bolivia. "No he dormido en la calle, pero sí sé qué es no comer y no tener dinero", ha asegurado.

Por ello, cada tarde, junto a la red Latina-Carabanchel, cocina y les lleva comida caliente a quienes todavía esperan frente al centro del SAMUR Social, familias enteras con niños. Estos mismos vecinos se están preparando ahora para donar ropa para la temporada de invierno, de cara al frío.

También ayudan las parroquias, como una en Vallecas en la que llevan días alojando a personas que han pedido asilo. "Ahora mismo son cuatro familias, 17 personas de las cuales nueve son niños pequeños", ha explicado el párroco Javier Baeza.

Desde la Secretaría de Estado de Migraciones y Ayuntamiento de Madrid han asegurado que están en trámites para habilitar dos centros de SAMUR Social: uno en Cercedilla y otro en la Casa de Campo. Tienen previsto que se resuelva la próxima semana.