Laley trans aprobada hoy por el Consejo de Ministros llega tras duras negociaciones entre los socios de Gobierno y una profunda división en el feminismo. Pero con ella, las personas trans, como Cloe, Sara o Lucas, dejarán de ser consideradas enfermas.
A sus diez años, Cloe veía muy lejos poder ver reflejado su cambio de sexo en el DNI y ahora lo siente más inminente. A laSexta ha confirmado las ganas que tiene de que eso ocurra y, cuenta la menor, cuando cumpla los 13 irá al juzgado con el consentimiento de sus padres para hacer el cambio de sexo. Afortunadamente, ya figura como Cloe en todos sus documentos. Ella y su madre celebran esta amplitud de miras, dicen, para evitar revisiones psicológicas innecesarias, hormonaciones obligatorias o acoso en el colegio.
Un acoso como el que durante muchos años sufrió Lucas, que durante años se enfrentó a palizas diarias y a las burlas de profesores y compañeros de colegio cada vez que él quería que le tratasen con su nombre. Tiene 15 años y dio el paso de contar que era trans hace tan solo dos: "Tuve un boom, no soportaba mi cuerpo. Se desarrollaban los caracteres secundarios sexuales femeninos y al no querer que se desarrollasen empecé a dejar de comer", cuenta. Un entorno más normalizado, asegura, le hubiera ayudado a no actuar así.
Sara se guardó su secreto hasta los 47 años. De pequeña "hacía de chico" para disimular, viendo cómo a los niños gays les pegaban en el colegio, y sin poder ser ella misma. La situación llegó a ser tan dura que intentó suicidarse, y después de ese episodio límite, explica, los médicos le encontraron mediante un análisis que sí que era una mujer con un 61% de estrógenos naturales.
Más Noticias
- Vigo anuncia que este año habrá 420 calles iluminadas y 11 millones de luces led en Navidad
- Hallan muerto en su casa a un hombre tras disparar su escopeta al aire frente a un local de prostitución en Noáin (Navarra)
- Decenas de miles de personas salen a las calles para protestar por los precios del alquiler en España
- Sin fármacos para el TDAH: familias de afectados catalanes piden encontrar una solución a la falta de medicamentos
- ¿Cada cuánto tiempo hay que cambiar el cepillo de dientes? El hogar, un 'silencioso' nido de bacterias
Para no llegar a estos extremos ahora se dedica a ayudar a mujeres en su situación y defiende: "No es un antojo vivir en un mundo de rechazo". Un rechazo que esperan, tenga las horas contadas.