Este martes, el Consejo de Ministros dará luz verde a la ley trans, un texto jurídico que, tras meses de desencuentros en el seno del Gobierno, finalmente llega a tiempo para la semana del Orgullo.

Ante esto, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha incidido en que se trata de un avance "histórico", que marcará allanará el camino para el colectivo LGTBI "tras más de una década sin avances legislativos".

"Es un orgullo de visibilización: que cada cual pueda ser quien es y amar sin culpa. Esta ley es histórica tras más de una década sin avances legislativos. Mañana llevamos una ley trans y LGTBI para garantizar la libre determinación de la identidad de género", ha celebrado la dirigente en una entrevista en Al Rojo Vivo.

Así, de acuerdo con Montero, "las personas trans ya no van a ser consideradas enfermas". En este sentido, la titular de Igualdad hace referencia a cómo estaba la legislación anterior, en la que las personas trans debían someterse a dos años de hormonación y presentar un informe psiquiátrico de disforia.

"Ahora va a a ser un proceso de doble comparecencia en el que las personas trans ya no van a ser consideradas enfermas, ni necesitarán un informe médico y psiquiátrico que acredite que son personas enfermas para reconocerles quiénes son. Por tanto, serán las personas trans quien, mediante ese sistema sin testigos digan quiénes son", apunta la ministra.

"Muchas personas no quieren ir a hospitales por miedo a que les llamen por un nombre que no es el suyo"

Según ha defendido Montero, esta ley, sobre todo, servirá para que el colectivo LGTB recupere "el acceso a derechos vulnerados". En concreto, la representante de Unidas Podemos recuerda las situación que se sigue sufriendo: "Muchas personas no quieren ir a los hospitales por miedo a que les llamen por un nombre que no es el suyo. O el derecho al trabajo, a la educación sin pasar esos años de colegio pasando por las burlas o el estigma. Ese sufrimiento cotidiano de no poder expresar frente a tus iguales quién eres y con libertad", denuncia.

Junto con eso, Montero también ha matizado el uso que tendrá esta ley en los menores de edad. Y recuerda que hay una sentencia del Tribunal Constituciona "analizando que es inconstitucional excluir a los menores". Por ello, indica, se ha establecido un sistema por etapas.

"Desde los 16 se acude a cambiar el nombre al registro, entre los 14 a 16, con la tutela y, por debajo de esa edad, debe de haber jurisdicción voluntaria y así podrán cambiar el nombre en el registro", asevera la ministra, que a su vez ha concluido quitando hierro a las visicitudes de estos meses: "Siempre se genera debate, siempre hay tensiones. Pero creo que lo importante hoy y sé por lo que hemos pasado. Hemos cumplido ese compromiso de llegar al orgullo con el acuerdo", sentencia.