Con sus cuerpos desnudos y con cuernos en la cabeza, un centenar de personas se han bañado literalmente en sangre en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona para ponerse en el lugar de los toros de los encierros en San Fermín. Con la protesta han buscado concienciar y sensibilizar.

"Es una forma de maltrato muy psicológica, sufren roturas en las patas... y luego son asesinados en las plazas de toros", ha asegurado la Directora de AnimaNaturalis en España.

La protesta ha levantado muchos aplausos entre los curiosos, pero no ha convencido a todos. Sin embargo, el buen ambiente ya se respira en Pamplona, preparada, y con nervios para su día grande con el chupinazo.