El hombre de 71 años acudió a emergencias después de dos días con fiebre y un fuerte dolor en su mano izquierda, que se había producido 12 horas después de comer pescado crudo. El hombre había desarrollado vibriosis, una enfermedad ocasionada por una bacteria anaerobia presente en el agua del mar, cuya ingesta puede resultar tóxica.

El hombre, que tenía un historial clínico en el que acumulaba diabetes, hipertensión y problemas renales, había desarrollado en su mano izquierda ampollas de sangre que medían entre tres y cinco centímetros. Al llegar al hospital, le realizaron una intervención quirúrgica de urgencia para extraerle las ampollas y le inyectaron antibióticos, cuenta la revista 'New Journal Medical'.

A pesar del tratamiento, las lesiones evolucionaron a úlceras necróticas, por lo que los médicos se vieron obligados a amputarle el brazo 25 días después de que apareciera en el hospital por primera vez.