Los dos presuntos agresores estaban en un bar, según Adil, uno de los trabajadores del establecimiento. Una vez fuera, se encontraron con la familia musulmana y empezó la disputa.

"Cuando salí, me encontré al marido y a los dos chicos que les agredieron. Les dieron dos puñetazos y acabaron cayéndose al suelo", explica el camarero.

Después, aseguran los testigos que los dos presuntos agresores dieron una patada a la mujer embarazada que vestía un niqab y los insultaron hasta que llegó la Guardia Urbana.

Según Adil, los atacantes "les decían iros a la mierda, iros a vuestro país, no os queremos aquí, solo aportáis mierda".

Los dos hombres, vinculados a grupos radicales de extrema derecha, se encuentran en libertad con cargos y se investiga un delito de odio. El Ayuntamiento de Barcelona ejercerá como acusación particular. "Queremos actuar con determinación y evitar que eso se extienda. No vamos a tolerar las expresiones de odio", declara el Teniente alcalde de Barcelona.

Desde la Unión de Comunidades Islámicas apuntan a que, afortunadamente, este tipo de agresiones no son habituales, pero añaden que no debe consentirse ni un acto solo racista. "No es una conducta habitual en la sociedad catalana, sino que es un incidente muy aislado que recibimos con mucha precaución",