Bill Gates ha sido capaz de ver un futuro que muy pocos han podido vaticinar. Su primer pronóstico acertado se produjo en 2015 y lo estamos viviendo hoy en día, cuando aseguró que llegaría una pandemia.

Lo repitió durante años, asegurando que la próxima guerra se daría a través de "microbios", "no de misiles". "Hemos invertido muy poco en parar epidemias", aseguraba.

Avisó de que los gobiernos no se estaban preparando. Lo repitió en 2017 y en 2018. Cuando llegó sin que lo viéramos venir, predijo que el mundo cambiaría más de lo que pensábamos.

"Si algo va a matar a diez millones de personas en las próximas décadas será un virus muy infeccioso, mucho más que una guerra", afirmaba en una charla TED.

Mientras algunos dirigentes seguían subestimando la pandemia. él vaticinó que no saldríamos de esta, al menos, hasta finales de 2021, avisando de que veríamos un fuerte repunte en los meses de octubre y noviembre, como está sucediendo.

En una entrevista para la CNBC, dejaba claro que no esperaba la vacuna antes de fin de año. Que la única que, si todo iba perfectamente, podría pedir la licencia de uso a finales de octubre, sería la de Pfizer: "Una vez que entremos a diciembre o enero es probable que al menos dos o tres vacunas busquen la aprobación".

Hoy, Gates vuelve a mirar al futuro para darnos otra advertencia con respecto al cambio climático. En su blog, ha dicho que el coronavirus es terrible, pero que este problema podría ser todavía peor.