La vacuna contra el coronavirus de Pfizer tiene dudas muy importantes por resolver. Aún quedan muchos detalles por conocer, ya que tan solo hace seis semanas que los voluntarios se la inocularon.

Una de las incógnitas más importantes es si los vacunados, aunque ya no desarrollen la enfermedad, pueden seguir contagiándola. En ese caso, será difícil parar la pandemia.

Otra duda es cuánto dura la inmunidad de la vacuna, ya que aún no se tienen suficientes evidencias sobre su efecto a largo plazo. Sin embargo, hay evidencias: harán falta más vacunas, porque Pfizer por si sola no puede abastecer a todo el mundo. Según la farmacéutica, tendrán 50 millones de dosis antes de que acabe el año, menos del 1% de las necesarias a nivel global.

España, a través de la Comisión Europea, ya tiene firmados contratos con varias vacunas para paliar esa carencia. La mejor posicionada es la de Oxford, que prevé estar lista a finales de este año y que ya ha demostrado una buena respuesta en ancianos.

Otra de las candidatas es la de Janssen España que, a pesar de que no llegará hasta principios del año que viene, tiene una evidente ventaja: puede que solo necesite una dosis.

A la espera de esas posibles vacunas, solo hay una defensa posible contra el COVID: continuar con las medidas de protección y haciendo gala de la prudencia. Así, la mascarilla, la distancia social y los confinamientos continuarán a la orden del día durante meses.