Las fotos del encuentro han generado una gran polémica en las redes sociales, donde este accesorio ha sido interpretado como un gesto racista hacia Markle. "Es joyería racista", ha escrito una usuaria de Twitter, según recoge la cadena pública británica 'BBC'.

Ante el revuelo causado, el portavoz de la princesa, Simon Astaire, ha asegurado que "lo siente mucho". "Está consternada por haber provocado esta ofensa", ha afirmado. Sin embargo, ha recalcado que ya ha lucido este broche en otras ocasiones sin suscitar critica alguna.

El escándalo se debe en parte al pasado de la familia de Marie Christine von Reibnitz, una baronesa nacida en los Sudetes cuyo padre sirvió en las SS nazis. Está casada con Michael de Kent, primo de la reina Isabel II, con quien tiene dos hijos. Se dedica al diseño interior y ha escrito varios libros sobre las monarquías europeas.