Giro de guion
Los vaivenes del PP para pactar con Vox: de decir que no pactarían con la ultraderecha, a abrirles las puertas de sus comunidades autónomas
El contexto Los giros de guion del PP son más palpables en la política autonómica. En Extremadura, Guardiola amagó con plantarse ante los de Abascal, pero finalmente se acabó doblegando ante ellos justificando que "ponía su palabra por detrás del interés de los extremeños".

Resumen IA supervisado
El Partido Popular (PP) ha mostrado una postura ambigua respecto a su relación con Vox, especialmente en el contexto de formar gobiernos. Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, ha expresado en diversas ocasiones su deseo de no gobernar con Vox, como en noviembre de 2023, cuando afirmó en Onda Cero que no quería un gobierno conjunto. Sin embargo, en julio del mismo año, consideró lógico incluir a Vox si necesitaban su apoyo para gobernar. Este cambio de postura se ha reflejado en acuerdos autonómicos, como en Castilla y León con Alfonso Fernández Mañueco y en Extremadura, donde María Guardiola finalmente cedió ante Vox, priorizando la estabilidad gubernamental sobre sus declaraciones iniciales.
* Resumen supervisado por periodistas.
En el PP no saben muy bien explicar qué harían si ganan las elecciones y necesitan los diputados de Vox. Feijóo y Tellado evitan dejar una declaración con la que luego la hemeroteca les pueda machacar, pero otros, como la nueva portavoz del Congreso, Ester Muñoz, ha sido tajante: no habrá un gobierno del PP con ministros de Vox. En el pasado dijeron algo parecido en los gobiernos autonómicos y, al final, Vox entró en esos gobiernos.
La particular versión del PP de Jekyll y Mr Hyde en su relación con Vox se ha ido viendo a lo largo de estos años. "Es evidente que yo no quiero gobernar con Vox y lo he dicho mil veces", decía Feijóo en una entrevista en Onda Cero en noviembre de 2023.
Pero tan solo unos meses antes, en julio de 2023, el líder del PP consideraba que "si necesitamos el sí de Vox lo lógico es que forme parte del Gobierno". Un cambio de opinión cuya metamorfosis es más evidente cuando hay citas electorales de por medio. Un año antes de las elecciones del 23J, Feijóo decía que "cuantos más votos tenga Vox, más posibilidades tendremos de que el PSOE se mantenga en el Gobierno".
En noviembre de 2023, en cambio, aunque reconocía que no quería gobernar con la ultraderecha, aseguraba que no podía "negar que si necesito a Vox para llegar a la presidencia del Gobierno y necesito sus votos, yo intentaré obtener los votos de Vox".
Pero esos giros de guion son más palpables en la política autonómica. Porque el primero en abrir las puertas de un gobierno a la ultraderecha fue Alfonso Fernández Mañueco, que acabó cediendo a Vox. "Es un acuerdo beneficioso para mejorar nuestra calidad democrática", defendía el presidente de la Junta de Castilla y León en abril de 2022.
En aquel momento Feijóo prefería perder un gobierno que pactar con los ultras. De hecho, el líder del PP llegó a asegurar que "a veces es mejor perder el Gobierno que ganarlo desde el populismo". Pero lo cierto es que Mazón siguió el mismo camino que Mañueco, el del pacto con Vox, para conseguir gobernar y, como él mismo dijo, "poner en marcha un Gobierno de cambio".
En Extremadura, Guardiola amagó con plantarse ante los de Abascal. "Las personas que han depositado su confianza en el PP extremeño sabían perfectamente que yo no iba a gobernar con Vox y yo no voy a traicionar mi palabra", llegó a asegurar la 'popular' en una entrevista en Al Rojo Vivo en junio de 2023.
Pero, ¿cuál fue el resultado? Doblegarse ante Vox. "Pongo mi palabra por detrás del interés de los extremeños", llegó a justificar Guardiola. El líder del PP asumió, entonces, un desgaste y defendió la decisión de Guardiola: "era mejor asumir el desgaste y dar un Gobierno estable a Extremadura y Valencia".
Ahora, el PP insiste una y otra vez en que el "compromiso" de Feijóo es gobernar en solitario, pero defiende que en las comunidades autónomas, en cambio, "las circunstancias son distintas", defendiendo así que pacten con Vox, como lo han hecho hasta ahora.
Este martes, el nuevo Secretario General del PP, Miguel Tellado, ha dicho que Feijóo se ha "comprometido" a que el PP gobierne en solitario, aunque ha hecho hincapié en que esto no quiere decir que vayan a hacer "un cordón sanitario a Vox". Es algo así como un juntos, pero no revueltos. "Es la tercera fuerza política de nuestro país, y merece todo nuestro respeto", ha defendido para más tarde afirmar que ellos "creen" que "acuerdos con Vox sí, pero Vox en el Gobierno no".
De hecho, este fin de semana Tellado llegó a asegurar en un corrillo a periodistas que si Vox les exigiera entrar en el Gobierno a cambio de su apoyo, preferirían ir a una repetición electoral. Por su parte, Vox ha arrojado un poco de realidad a las palabras del PP y le ha recordado que una cosa es "comprometerse" a gobernar en solitario y otra poder hacerlo. "Todo el mundo aspira a gobernar en solitario, pero después la realidad es la que es", les ha comentado la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán.