Las mascarillas serán obligatorias en todo el espacio público más allá del transporte. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció este domingo que su departamento trabaja en la ampliación de esta medida y que en los próximos días el BOE publicará la orden ministerial que regule su uso.

El Gobierno atiende así la petición de varias comunidades autónomas, que desde hacía semanas venían requiriendo. Sin embargo, no toda las mascarillas son iguales y dependiendo de nuestras circunstancias deberemos elegir la que más nos conviene, pero en cualquier caso deberemos tener en cuenta distintos aspectos como su tiempo de eficacia o cómo desinfectarlas en caso de que sea reutilizable.

¿Qué mascarilla debo usar?

Hay tres tipos de mascarillas: higiénicas, quirúrgicas y de protección individual (FFP1, FFP2 y FFP3).

Higiénicas: Son un complemento a las medidas de distanciamiento físico e higiene recomendadas por el Gobierno y se aconseja su uso para las personas sanas y sin contacto con el virus.

Quirúrgicas: Recomendadas las personas que presentan síntomas o sean positivas asintomáticas, ya que están diseñadas para filtrar el aire exhalado y evitan la dispersión vírica al estornudar, toser o hablar.

Tipo EPI (Equipos de Protección Individual): Recomendadas solo para el personal sanitario, personas en contacto con el virus, así como para grupos vulnerables.

¿Cuánto tiempo de eficacia tienen?

Una vez elegida el tipo de mascarilla que vamos a utilizar debemos tener en cuenta otros aspectos como el tiempo máximo que nos va a proteger.

En el caso de la higiénica, pueden ser reutilizables o de un solo uso. Si es reutilizables, el fabricante indicará el número máximo de lavados, a partir de ahí, no se garantiza la eficacia de la mascarilla. La guía difundida por el Gobierno señala que las no reutilizables deben ser eliminadas después de su uso recomendado y recomienda no usarla durante más de 4 horas por cuestiones de comodidad e higiene. Igualmente, señala la importancia de sustituirla en caso de que se humedezca o se deteriore por el uso.

Mientras que las mascarillas quirúrgicas se deben desechar cada vez que se humedecen o cada cuatro horas.

En el caso de las mascarillas FFP2 o FFP3, su duración depende del fabricante.

¿Cómo desinfectarlas?

Para las higiénicas, Sanidad recomienda dos métodos de desinfección: el primero es el lavado y desinfección con detergente normal y agua a temperatura entre 60 y 90 grados, en un ciclo normal de lavadora; el segundo consiste en sumergir las mascarillas en una dilución de lejía 1:50 (es decir, una parte de lejía por 50 de agua) con agua tibia durante 30 minutos. Después se recomienda igualmente lavar con agua y jabón y aclarar bien para eliminar cualquier resto de lejía y dejar secar.

Las mascarillas quirúrgicas no son reutilizables, por lo que se deben desechar tras su uso.

En el caso de las EPIS depende de si tienen válvula o no. Las mascarillas con válvula no son reutilizables, por lo que, al igual que las quirúrgicas, deberán eliminarse tras su uso. En el caso de las que no cuentan con válvula, Sanidad recuerda que cada fabricante debe explicar las instrucciones de lavado, aunque por lo general también pueden lavarse en la lavadora a un ciclo de 60ºC.

Eso sí, en ningún caso se debe volver a utilizar si se ha ensuciado, si se ha roto o si las gomas no ajustan bien.

¿Cómo deben colocarse?

Para garantizar su eficacia, las mascarillas deben ajustarse perfectamente a la cara y quedar pegadas a la piel. En el caso de la mascarilla quirúrgica, cabe recoerdar que la parte azul debe colocarse hacia fuera y la parte blanca hacia dentro.

Para su colocación debemos lavarnos previamente las manos y cogerla solo por las gomas, evitando tocar el resto de la mascarilla. En su colocación debebemos asegurarnos que no quedan huecos entre la cara y la mascarilla y al terminar debemos volver a lavarnos las manos durante 40-60 segundos para eliminar cualquier resto tras colocarla.

¿Qué acciones debemos evitar?

Lo que no se debe hacer bajo ningún concepto es tocarlas por la parte delantera, llevarlas colgadas al cuello o guardarlas en un bolsillo o en el bolso sin ningún tipo de protección.

Los especialistas recuerdan que en condiciones ideales cualquier tipo de mascarillas de uso único debería siempre desecharse, porque al contrario de lo que se ha difundido a través de redes sociales, meterla en una olla, al horno o al microondas no es recomendable.

¿Cómo guardarlas si me la quito en la calle?

Mientras no las usamos, es fundamental guardarlas adecuadamente para que sigan manteniendo su efectividad.Lo recomendable es meterlas en una bolsa o un plástico cerrado y guardarlas, eso si, evitando siempre tocar la parte delantera, por lo que los expertos recomiendan doblarla por el interior para manipularla .

En caso de que la mascarilla sea quirúrgica no debe volver a usarse, sino que debe introducirse en una bolsa cerrada para tirarla a la basura.