Los móviles, prueba clave

Crimen atroz: a juicio por asfixiar a un amigo, quemar su cadáver y arrancarle los dientes para evitar su identificación

El contexto María Jesús se sienta en el banquillo por el brutal asesinato de su amigo Gabriel, después de que la localización GPS de sus móviles le señalasen como presunta autora de su muerte.

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Este miércoles ha arrancado el juicio para dirimir sobre uno de los casos más macabros de los últimos tiempos. Porque una mujer, llamada María Jesús, se sienta en el banquillo de los acusados por haber asfixiado hasta la muerte a un marino comerciante para el que trabajaba y que, además, era su amigo. Por si esto fuera poco, tras acabar supuestamente con su vida, quemó su cadáver y le extirpó dedos y dientes. Todo, para hacer casi imposible la identificación del cuerpo.

Y todavía hay una tercera clave que nos habla del horror de este caso. Porque, cuando esta mujer ya estaba prisión provisional, acusada y a la espera de juicio por el presunto asesinato del marino, la detuvieron por otro crimen igual de salvaje. Ahora, este miércoles, hemos podido ver a María José en sede judicial. Se ha levantado para intentar esconde tras una cortina, para que no le graben la cara. Pero hay que recordar que se la está juzgando por asesinar a un marino llamado Gabriel, quitarle los dientes, cortarle las falanges y quemar su cuerpo.

Los investigadores, en la primera sesión del juicio, han detallado cómo comprobaron el posicionamiento de sus móviles para demostrar el crimen. Es más, lograron posicionarlos en fecha y lugar de forma muy concreta. En el 26 de agosto de 2021, día en la que la acusada recogió a la víctima en la T1 del aeropuerto de Barajas, en Madrid. Desde allí, según el rastro de los móviles, se desplazaron al centro de estética que María Jesús regenta en Torrejón de Ardoz, también en Madrid.

El móvil de María José salió de allí a las 7:30 horas de la tarde. Sin embargo, el de Gabriel permaneció allí, sin ningún movimiento hasta el 2 de septiembre, por lo que sospechan que ese mismo día lo mató.

Pero la mujer no es la única acusada. Se juzga también a Luis Eduard, el hombre que creen que tuvo que ayudar a María José a trasladar el cuerpo y quemarlo.

Esto ocurrió el 29 de agosto del año 2021. Poco después, los investigadores del atroz crimen interceptaron este mensaje de Gabriel a su exmujer. "Me enamoré y me fui a Brasil. Díselo a mí hermana, Ya te llamo yo". Un texto que pudo haber sido escrito enviado por la acusada. Una treta para que nadie echarse en falta a Gabriel, para darle una coartada ficticia, pues ya estaba muerto.

María José también está implicada en el crimen de etiqueta en 2021. La Policía pidió colaboración para identificar una etiqueta de precio, de color naranja. Resultó pertenecer a un bazar, donde una serie de personas compraron materia para robar y matar al responsable de una inmobiliaria. María José también forma parte de esta banda de asesinos, por lo que tendrá que enfrentarse por segunda vez a la justicia.