"Si los países adoptan tecnología no fiable de China en sus redes 5G, eso pondrá en riesgo nuestra capacidad para compartir información al más alto nivel", ha afirmado Robert L. Strayer, secretario de Estado adjunto de Estados Unidos.

Un aviso con el que el país americano ha metido en su guerra comercial con el gigante asiático a España, que se dispone a desplegar el revolucionario 5G. Entre los proveedores de este servicio, se encuentran diferentes compañías: Ericsson, Nokia, Samsung, Huawei y ZTE.

De utilizar las dos últimas, EEUU no compartirá con España información sensible de Inteligencia y seguridad. "Ellos deducen que, si las redes 5G están en manos de empresas chinas, el Partido Comunista chino puede llegar a ver parte de la información que transita por ellas", ha explicado Fernando Arancón, director de 'El Orden Mundial'.

Por su parte, Huawei España ha respondido a la advertencia del Ejecutivo de Trump asegurando que ningún Gobierno interviene en sus operaciones y que Estados Unidos está llevando a cabo un ataque sin pruebas.

En este sentido, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha afirmado que "no va a haber ninguna brecha de seguridad ni ninguna posibilidad de que acontezca algo que no sea profundizar en la coordinación".

La guerra de Trump contra la tecnológica china no es nueva, y el presidente de EEUU lleva meses declarando que el país americano "no hará negocios con Huawei". Una decisión que, según ha explicado la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González, responde a la lucha por la hegemonía tecnológica.

Desde el Gobierno, consideran que Europa debería dar una respuesta conjunta en cuestiones como la fiscalidad de este tipo de compañías. Por ejemplo, con la aplicación de medidas como la 'tasa Google'.

"¿Usted cree que nos tenemos que agachar ante eso? ¿Nos tenemos que arrodillar?", ha cuestionado María Jesús Montero, ministra de Hacienda.

Según ha anunciado esta tarde, Estados Unidos organizará en un mes una conferencia sobre el 5G invitando a empresas como la surcoreana Samsung, con el objetivo de contrarrestar la influencia del gigante chino Huawei.