Según han informado fuentes
cercanas al caso, el dueño del establecimiento, que ha sido interrogado como
investigado por la Guardia Civil, ha negado que les negara el acceso y ha
asegurado que en su gimnasio hay inscritos otros policías.
Los tres agentes, que se
desplazaron a Barcelona con motivo del refuerzo policial por el dispositivo
para evitar el referéndum del 1-O, se dirigieron al gimnasio de Martorell por
primera vez el pasado 27 de septiembre, dada la cercanía de esta población con
la casa cuartel de la Guardia Civil en Sant Andreu de la Barca (Barcelona),
donde se alojan, y porque se podía pagar por días de uso.
La recepcionista del
local les preguntó entonces cuál era su profesión, ante lo que los agentes
respondieron indicando una distinta a la suya, por motivos de seguridad, y pudieron
acceder sin problemas al gimnasio y hacer uso de sus instalaciones. Los agentes
regresaron el local el lunes 2 de octubre, el día después de la celebración del
referéndum del 1-O, y la recepcionista los retuvo en el vestíbulo, hasta que
llegó el dueño del local.
El propietario les dijo
entonces que les tenía que hacer una pregunta personal y les pidió que
aclararan a qué se dedicaban, según la denuncia de los tres agentes. Los tres
miembros de la Guardia Civil recordaron que el primer día ya habían especificado
a la recepcionista a qué se dedicaban, ante lo que el dueño les preguntó si
podían demostrarlo documentalmente, a lo que los agentes contestaron que no
podían.
El dueño del local les
conminó entonces a acreditar que no eran policías y les advirtió de que si no
lo podían hacer no podrían usar el local, argumentando, según la denuncia, que
es su gimnasio y que allí se cumplían sus normas, ante lo que los tres guardias
civiles se marcharon del establecimiento.
Días después, los
agentes interpusieron una denuncia ante la Unidad de Policía Judicial de la
Comandancia de Barcelona, que ha citado como testigo a la recepcionista del
local y como investigado al dueño del establecimiento, acusado de un delito de
odio.
El dueño del local ha
negado que exigiera a los agentes que acreditaran que no eran policías y
también que les negara acceder al local, según las fuentes. El caso ha sido
trasladado ahora al juzgado de instrucción de guardia de Martorell (Barcelona).