Durante cuatro años estuvo pagando a un casero que no conocía. Ignacio González también defendió ante la jueza que se hicieron con su ático tras unas negociaciones "por teléfono y mail". Un contrato de arrendamiento que redactó su cuñada y firmaron a través de correo electrónico.

En su declaración, el expresidente autonómico asegura que no encontró barato el alquiler, sino "al revés", aunque pagasen entre dos y tres veces menos que el precio de mercado. En cambio, la compra sí fue "una buena operación", al aprovechar el bajón del mercado inmobiliario.

Según González, sólo pusieron cara al propietario, Rudy Walner, en el momento de la compra-venta en Madrid. Ni conocía al testaferro profesional Rudy Walner, ni sabía que actuaba desde Coast Investors. Una versión que choca con la de su mujer, Lourdes Cavero declaró que sí sabía que actuaba en representación de la sociedad radicada en el paraíso fiscal de Delaware.

E incluso cuando firmaron el contrato de arrendamiento, Walner les mandó una escritura donde aparecía el nombre de Coast Investors. Además, Cavero narró cómo encontraron el ático que buscaban "a través de un anuncio de periódico", después de ver "multitud de casas" por la zona.

Más 'peculiar' fue la explicación de Cerezo a grabaciones en las que supuestamente mediaba en la investigación. El presidente del Atlético de Madrid, también investigado, no se reconoció a sí mismo. Y alegó que, cuando las escuchó, pensaba que era "una broma de uno de sus imitadores".